Capacitar profesionales competentes en la aplicación de buenas prácticas de farmacovigilancia y tecnovigilancia desde la oficina farmacéutica, asegurando la identificación temprana de riesgos sanitarios, la adecuada notificación de eventos adversos y la implementación de estrategias preventivas que mejoren la seguridad de los pacientes y la calidad en el uso de medicamentos y dispositivos médicos.

Formación previa en farmacia, química farmacéutica, enfermería u otras ciencias de la salud (recomendado).

Conocimiento básico sobre medicamentos, dispositivos médicos y regulación sanitaria nacional.

Acceso a internet para clases virtuales, revisión de normativa vigente y participación en simulaciones prácticas.

Disposición para la aplicación de casos clínicos, análisis de reportes y actividades prácticas de notificación.